No se puede negar el hecho de que las redes sociales han acercado el mundo y conectado a la gente de formas sin precedentes, proporcionando plataformas únicas para la comunicación y la interacción global. Pero, por otra parte, esta evolución tecnológica también ha causado muchos efectos negativos al obsesionar a la gente. La creciente cultura de la conducción distraída es uno de los principales efectos negativos de la obsesión por las redes sociales.
¿Cuál es la magnitud del problema?
En una encuesta realizada por AT&T en 2018, el 90% de los conductores admitió que utiliza un smartphone mientras conduce, de los cuales el 50% dijo que lo utiliza para acceder a las redes sociales.
Otra investigación reveló que más de 10 personas mueren y más de 1.000 resultan heridas cada día debido a la conducción distraída.
Un estudio de investigación, realizado conjuntamente por el Instituto de Automovilistas Avanzados y el Laboratorio de Investigación del Transporte, demostró que utilizar las redes sociales mientras conduces te expone a un riesgo de accidente tres veces mayor que conducir en estado de embriaguez. Según la investigación, utilizar un smartphone mientras se conduce puede ralentizar el tiempo de reacción de un conductor en un 38%, mientras que beber reduce su tiempo de respuesta en un 12%.
Aunque es probable que todos los que tienen un smartphone conduzcan distraídos en algún momento, los adolescentes son especialmente propensos a ello. Se calcula que alrededor del 50% de los accidentes de adolescentes se deben a que los conductores estaban utilizando aplicaciones de redes sociales (o enviando mensajes de texto, en algunos casos).
Recientemente, una chica de 17 años de Georgia se declaró culpable de homicidio vehicular en primer grado porque provocó un accidente mientras utilizaba las redes sociales y conducía al mismo tiempo. Cristina Pavon-Baker utilizaba Snapchat mientras conducía a 106 mph, por lo que chocó en una curva. El accidente se cobró la vida de la mejor amiga de Cristina, que iba con ella en el coche.
Éste es sólo un ejemplo de accidentes causados por la atención desviada de un conductor adolescente. El índice de este tipo de accidentes es mucho mayor de lo que pensamos. La prevalencia de este comportamiento entre los adolescentes tiene que ver con el entorno en el que se han criado. Han crecido en un mundo en el que es socialmente aceptable hacer una foto de algo único con lo que te cruzas o de la vista panorámica que presencias mientras conduces y publicarla en las redes sociales o tuitear sobre las actualizaciones del tráfico. Por tanto, la generación más joven lo considera naturalmente normal.
Pero que algo se haya generalizado en la sociedad no significa que sea correcto.
Riesgos de utilizar las redes sociales mientras se conduce
Utilizar las redes sociales mientras conduces aumenta el riesgo de:
- Ignorar las señales de stop y los semáforos
- Invadir otros carriles
- Saltar bordillos
- No parar a tiempo
Aunque parezcan pequeños problemas, pueden poner en peligro tu vida y la de los demás.
¿Qué medidas se han tomado para afrontar el problema?
Para hacer frente a este problema tan frecuente, Washington DC y 44 estados han implantado distintos tipos de leyes contra la conducción distraída.